
Comenzamos con la intención y luego nos movemos a través de ondas rítmicas. Guiado por metáforas como el fuego, el caos, la quietud o la alegría, tu cuerpo te guía hacia la liberación, la expresión y el recuerdo profundo.
Al final, te irás no solo con endorfinas, sino con una miga de pan: una revelación, un mensaje, un siguiente paso. Este es un movimiento con significado. Aquí es donde fluyes hacia tu propia claridad.